miércoles, 13 de marzo de 2013

LOS CARROS DE MEDICACIÓN

Hoy voy a hablaros de la mejor obra de ingeniería de los hospitales después de los lava-cuñas: los carritos de medicación. Esos armarios con ruedas que da igual al hospital que vayas, todos son igual de malos.

Porque yo tengo una duda que me aflige la Nightingale que llevo dentro desde hace mucho tiempo... quién diseña esos carritos? Porque da igual la marca, el tamaño o el color, todos tienen una mini papelera que no sirve absolutamente para nada! que mi sobrino tiene un carrito de limpieza de esos de juguete (mi hermana quería niña, sí) y trae una papelera del mismo tamaño! ¿A qué piensa que nos dedicamos el sueco que los diseña? Ese hombre jamás ha visto lo que pueden llegar a ocupar los envoltorios de los sistemas de suero y las cajas del tazocel! Así que te ves atando una bolsa de basura al asita del carro y arrastrándola por todo el pasillo (no probéis a sujetarla con esparadrapo, eso no aguanta). 

Tocamos aquí otro de los puntos fuertes de todo buen carro de medicación: el asa. Las hay en dos variedades, con barra lateral o con dos asas. Da lo mismo. Cuando lleva velocidad aquello es imposible de manejar y te vas hacia los lados... es entonces cuando el familiar-paseante te dice aquello de "maja, se nota que no tienes carnet de carro" ¬ ¬  (ah, y no intentéis llevar a la vez el robot de las tensiones y el carro, eso nunca acaba bien). 

Encima del carro nunca puede faltar un frasco de Lactulosa, grande, como de litro, y feliz como la mierdecilla con ojos de whatsapp; además de un motilium que nadie sabe cuándo se abrió, un contenedor de agujas rebosante que si lo meneas un poco aún hace hueco y el clásico entre los clásicos: la bolsita de suero con una aguja clavada que pone "limpio" jajajaja ¿limpio? ¿limpio de qué? si eso puede llevar fácil tres días ahí abierto!! 

Como no, todo carro tiene sus cajetines, uno para cada paciente y con lo que se supone que es su medicación... y digo se supone porque siempre siempre siempre, al cajetín del hombre de la última habitación le va a faltar medicación. Llegados a este punto, y por no volver a cruzar todo un pasillo lleno de caminantes, abres el cajón grande, el de arriba del todo, ese cajón que es como el bolsillo de Doraemon y el bolso de Mary Poppins juntos, ahí puedes encontrar desde medio sintrom chupado hasta un sobre de flumil, pasando por agujas, medicación domiciliaria de un paciente que se fue de alta hace tres semanas, bolis de insulina, la llave de la caja fuerte y hasta burbujas de suero! lo que nunca me he encontrado todavía es un danacol...

Os dejo, que tengo que sacar el carro al pasillo para empezar con la medicación.

11 comentarios:

  1. Sobre lo del esparadrapo y la bolsa de la basura, tengo que decir que en el hospital donde estuve trabajando, aguantaba jajajaja

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  2. Enfermera Saturada. Eres genial, como siempre. Espero ansioso tus post. Saludos desde Zaragoza.

    Jorge

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  3. Jajaja qué bueno...es todo verdad, como todos tus posts. Genial, gracias por hacernos pasar buenos ratos ;)

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  4. jajajaja, genial ;-) Te seguiré leyendo.

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  5. Eres increíble maña! no puedo evitar sonreír con cada entrada tuya! Lo del sintrom chupado me ha matado! jajaja :)

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  6. En el hospital donde yo hago las prácticas gracias a Nightingale ese carro se deja en el cuartito de la medicación donde se prepara todo y luego se pasa a los típicos carritos de curas, que al fin y al cabo, son prácticamente iguales. Llevar ese carro de la foto es como desplegar un avión en pleno pasillo.

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  7. En el hospital donde estoy realizando las prácticas además en el carrito va un ordenador y al final no tienes ni espacio para la medicación cuando los pacientes tienen sueroterapia y antibióticos varios.

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  8. Pues yo vivo y sueño con ese carro; como dice una amiga mía, las tetas van siempre pegadas al carro, puesto que no hay forma de acabar con él y no hay dios de vaciarlo nunca, y a veces las cajoneras ni te cierran, las ruedas cogen pelos y no hay quien los mueva... en fín... enhorabuena por el post.

    http://todoenfermeriasalud.blogspot.com.es

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  9. Simplemente un apunte de crítica constructiva y para la reflexión... La parte sexista de tu entrada... Porqué los juguetes no son sexistas, los hacemos sexistas l@s educador@s. Que tu sobrino tengo un carrito de limpieza está genial para su educación, no sólo son "juguetes de niñas". Un saludo

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  10. Fantástico!!! nadie lo cuenta como tú. Un saludo

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Certif. Nº 130068